¿Qué hacer si tu ser querido mayor está perdiendo capacidad para decidir?
El envejecimiento es un proceso natural que trae consigo una serie de desafíos, siendo uno de los más delicados la posible pérdida de capacidad para tomar decisiones. La capacidad jurídica es fundamental para que cualquier persona pueda gestionar sus derechos y obligaciones legales. Sin embargo, muchas personas mayores pueden ver afectada esta capacidad debido a enfermedades neurodegenerativas, discapacidades físicas o cognitivas, y otros factores relacionados con el envejecimiento.
¿Qué es la capacidad jurídica?
La capacidad jurídica es el derecho de toda persona a ser titular de derechos y obligaciones, así como a ejercerlos y disfrutar de ellos. En términos sencillos, se refiere a la capacidad de una persona para actuar legalmente en su propio nombre, como tomar decisiones sobre su salud, sus bienes o cualquier otro aspecto de su vida personal. Esta capacidad es esencial no solo para garantizar la autonomía de la persona, sino también para su bienestar general.
La capacidad jurídica se divide en dos aspectos: la capacidad de goce, que es la aptitud para tener derechos (como el derecho a heredar), y la capacidad de ejercicio, que es la aptitud para ejercer esos derechos (como la capacidad para firmar un contrato). Es importante destacar que la capacidad de goce es universal y no se pierde, mientras que la capacidad de ejercicio puede verse afectada por diversas circunstancias.
¿Cómo puede una persona perder su capacidad jurídica?
La capacidad jurídica puede verse afectada por múltiples factores, incluyendo:
- Enfermedades neurodegenerativas: Enfermedades como el Alzheimer o la demencia pueden comprometer la capacidad de una persona para tomar decisiones informadas sobre su vida.
- Discapacidades físicas: A medida que las personas envejecen, pueden experimentar limitaciones físicas que dificulten su capacidad para comunicarse o actuar de manera efectiva.
- Trastornos psicológicos: Problemas de salud mental, como la depresión o la ansiedad, también pueden afectar la capacidad de una persona para tomar decisiones.
- Accidentes o lesiones: Un accidente grave que cause una lesión cerebral traumática puede llevar a una pérdida temporal o permanente de la capacidad de tomar decisiones.
La pérdida de capacidad jurídica puede ser total o parcial, y en algunos casos, puede ser temporal. En España, la pérdida de capacidad jurídica está regulada por el Código Civil, que establece mecanismos de protección para personas que no pueden tomar decisiones por sí mismas, como la tutela o la curatela (artículos 200-210 del Código Civil).
¿Qué pasos seguir si tu ser querido mayor pierde parte o toda su capacidad jurídica?
Si sospechas que un ser querido mayor está perdiendo su capacidad para tomar decisiones, es fundamental actuar con prontitud. Aquí te presentamos una serie de pasos clave que puedes seguir:
1. Evaluación médica y legal
Lo primero que debes hacer es obtener una evaluación médica para determinar el nivel de capacidad afectada. Es esencial que un profesional médico emita un diagnóstico claro, que no solo describa la condición médica del paciente, sino que también evalúe su capacidad para tomar decisiones. Esto puede incluir pruebas cognitivas y psicológicas que ayudarán a identificar el grado de afectación.
Después de la evaluación médica, es recomendable contar con el apoyo de un abogado especializado en derecho de familia o en protección de personas mayores. Este profesional podrá evaluar la situación desde un punto de vista legal, explicando las implicaciones de la pérdida de capacidad y cómo proceder.
2. Nombrar un tutor legal
Si se ha determinado que tu ser querido ha perdido completamente su capacidad jurídica, puede ser necesario solicitar la incapacitación judicial. Este proceso requiere una serie de pruebas y procedimientos legales que demuestran que la persona no puede tomar decisiones por sí misma.
En este caso, el tribunal puede nombrar un tutor legal, que será responsable de tomar decisiones en nombre de la persona afectada. La figura del tutor es fundamental, ya que garantiza que las decisiones se tomen en el mejor interés de la persona incapacitada. La tutela está regulada por el artículo 216 del Código Civil, que establece que el tutor debe actuar conforme a la voluntad del tutelado y proteger sus intereses.
3. Establecer poderes notariales
Si la pérdida de capacidad es parcial, es posible que la persona aún tenga la habilidad de tomar algunas decisiones. En este caso, se recomienda otorgar un poder notarial. Este documento permite a la persona designar a alguien de confianza para gestionar ciertos aspectos de su vida, como las finanzas, decisiones médicas o cualquier otro asunto relevante.
Existen diferentes tipos de poderes notariales, como el poder notarial general, que permite al apoderado actuar en nombre de la persona en una variedad de asuntos, y el poder notarial específico, que se limita a un ámbito concreto. Es importante discutir con un abogado cuál es la opción más adecuada en función de las necesidades de tu ser querido.
4. Proteger los activos y documentos legales
Una medida crucial es garantizar que los bienes y documentos importantes de la persona mayor estén protegidos. Esto incluye propiedades, cuentas bancarias, testamentos y cualquier otro documento relevante. Un abogado puede ayudar a establecer un sistema de administración de bienes o garantizar que se tomen medidas de seguridad para evitar problemas futuros.
Asegúrate de que toda la documentación legal esté en orden y accesible. Considera la posibilidad de crear un inventario de los activos y pasivos de tu ser querido, lo que facilitará la gestión en caso de que sea necesario.
5. Buscar asesoría especializada
Es fundamental contar con el apoyo de abogados especializados en derecho civil y protección de personas mayores. Estos profesionales pueden guiarte a través del proceso legal para asegurarte de que los derechos de tu ser querido estén protegidos y que se cumplan con todas las normativas legales vigentes.
Además, un abogado con experiencia en este campo podrá ofrecerte orientación sobre la mejor manera de abordar la situación y las opciones disponibles, ayudando a minimizar el estrés emocional y legal que puedas enfrentar.
Recomendaciones adicionales
Educación continua: Mantente informado sobre los derechos y las leyes que protegen a las personas mayores. La comprensión de estos aspectos te permitirá tomar decisiones más informadas y defender los derechos de tu ser querido.
Apoyo emocional: La situación puede ser estresante y emocionalmente agotadora. No dudes en buscar apoyo emocional para ti y tu familia. Considera hablar con un profesional de la salud mental si es necesario.
Red de apoyo: Involucra a otros miembros de la familia o amigos en el proceso. A menudo, el apoyo conjunto puede hacer que la carga sea más manejable y que se tomen decisiones más equilibradas.
La Relación entre la Pérdida de Capacidad Jurídica y la Planificación de Herencias
La pérdida de capacidad para tomar decisiones en personas mayores no solo afecta su bienestar diario, sino que también tiene implicaciones legales importantes, especialmente en lo que respecta a la planificación y ejecución de su herencia. Cuando una persona mayor ya no puede gestionar adecuadamente su patrimonio o expresar su voluntad de manera legalmente válida, surgen riesgos sobre cómo se repartirán sus bienes y derechos al momento de su fallecimiento.
En estos casos, es fundamental contar con un abogado especializado en herencias para garantizar que los deseos de la persona mayor sean respetados y que su patrimonio esté protegido frente a posibles disputas. Si no se toman medidas adecuadas a tiempo, como la redacción de un testamento antes de que la capacidad jurídica se vea comprometida o la designación de un tutor legal, los herederos podrían enfrentarse a complicaciones legales que prolonguen y compliquen el proceso de sucesión.
Además, un abogado experto puede asesorar sobre mecanismos como la tutela o curatela, que permiten proteger los derechos de la persona mayor y gestionar su patrimonio de manera adecuada. De esta manera, se evitan posibles abusos o disputas entre los familiares y se asegura que los bienes se distribuyan conforme a la voluntad del titular, incluso si este pierde la capacidad de decidir en el futuro.
Conclusión
La pérdida de capacidad jurídica es un asunto delicado que afecta tanto a la persona mayor como a su entorno familiar. Actuar de manera proactiva y buscar asesoramiento legal especializado puede hacer una gran diferencia en la calidad de vida y el bienestar de tu ser querido. En ABES Abogados, contamos con un equipo de abogados especializados en derecho de familia que están aquí para apoyarte en cada paso del camino, garantizando que los derechos de tus seres queridos estén protegidos y que se tomen las decisiones más adecuadas en su interés.
Recuerda, la información aquí proporcionada es general y no sustituye el asesoramiento profesional personalizado. Siempre es recomendable consultar con expertos en cada materia para garantizar el mejor curso de acción. Si te encuentras en una situación en la que un ser querido está perdiendo su capacidad para tomar decisiones, no dudes en contactarnos. Estamos aquí para ayudarte.